Facua recuerda que los árboles de navidad son muy inflamables y pueden arder rápidamente.
La organización de consumidores Facua ha recordado que Consumo ha ordenado, a lo largo del 2010, la retirada del mercado o prohibición de la importación de al menos ocho modelos de guirnaldas luminosas, utilizadas en estas fechas especialmente para adornar árboles de Navidad y belenes. Los artículos han sido incluidos en la red de alerta de productos no alimentarios peligrosos, que coordina el Instituto Nacional del Consumo.
Hasta hoy, las guirnaldas con orden de retirada del mercado o prohibición de su importación que aparecen en la web del INC en el 2009 son ocho.
Facua muestra su preocupación por la facilidad con la que entran en España estos productos peligrosos, ya sea por las aduanas o desde otro Estado miembro de la UE, por lo que considera necesario que refuercen los controles tanto para evitarlo como para localizarlos y retirarlos del mercado.
Entre los motivos de los riesgos, cables con grosor inferior al requerido por la normativa europea, falta de protección contra la humedad, ausencia de suficiente resistencia mecánica o conexiones inadecuadas. No es algo excepcional de España, ya que, según un estudio reciente elaborado por la Comisión Europea, el 30% de las luces navideñas que se comercializan son peligrosas por el riesgo de incendios o de descargas eléctricas.
La organización de consumidores recuerda que las guirnaldas deben identificar en su etiquetado a la empresa responsable de su venta e incluir en castellano una serie de advertencias de seguridad. Si algunas de las lámparas fallan, es necesario sustituirlas de forma inmediata por otras de la misma tensión y potencia nominal; pero no deben quitarse ni insertarse lámparas mientras la guirnalda esté conectada a la red eléctrica, como tampoco debe enchufarse la guirnalda mientras se encuentre en el embalaje. Al ir a dormir o salir de cada deben apagarse todas las luces. También hay que sujetar bien las luces exteriores a los árboles, a las paredes de la casa, o a otros soportes con grapas con aislamiento, pero no usar ni clavos ni chinchetas.
También recuerda que tanto los árboles naturales navideños, como los artificiales, son muy inflamables y pueden transformarse rápidamente en una antorcha en contacto con una llama o un cuerpo incandescente. Si estos además están recubiertos de espumillón o nieve artificial el riesgo de incendio aumenta.Los bonos o tarjetas recargables más caros son el con trasbordo de Murcia, 11,76 euros por diez viajes, el sin trasbordo de Madrid, 9,00 euros, y el con de Girona, 8,80 euros.
No se libran ni los adornos navideños.
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